La casa rural La Pavana ocupa una antigua casa de piedra y tapial destinada en su origen a los pastores que trabajaban para una casa de labranza. Está rehabilitada recientemente conservando el encanto de las casa tradicionales castellanas sin renunciar a las comodidades de nuestros días.

Consta de dos pisos y un bajo cubierta. En la planta de abajo se sitúan las zonas comunes de salón estar y comedor cocina, mientras que la primera planta la ocupa una habitación doble con su baño y el bajo cubierta la habitación de matrimonio con su baño.

Dispone de una cocina que recuerda a las antiguas cocinas de obra con alacenas empotradas y está totalmente equipada (lavadora, microondas, vitrocerámica, pequeños electrodomésticos...)

El espacio destinado a sala de estar dispone de un cómodo y espacioso sofá alrededor de una chimenea de hierro fundido. Cuenta también con televisor, minicadena, DVD, juegos de mesa y una pequeña biblioteca especializada en recursos turísticos del entorno. Las habitaciones tienen su propio baño independiente, uno equipado con bañera y otro con ducha.

Toda la casa recuerda el aspecto de las antiguas casas tradicionales conservando en el exterior la piedra caliza vista y los tejados de madera con aleros volados con canes y rejería recuperada. En el interior, se ha reforzado el aspecto de casa rural con la recuperación de antiguas alacenas empotradas, armarios de obra y multitud de detalles en la decoración.

La casa se sitúa en lo más alto de esta pequeña localidad de tan sólo 30 habitantes, junto a la joya del románico palentino: la iglesia de San Fructuoso (siglos XI-XII) y con unas excelentes vistas sobre la Tierra de Campos, el Canal de Castilla, la Laguna de Boada y las Montañas de León.