Una de las entradas de la finca enlaza con el castañar de Cuevas y el Arroyo del Puerto, donde el mirlo acuático es indicador biológico de la limpieza de sus aguas. El otro acceso se abre directamente a los pinares de la ladera del Torozo (2.042 m), donde reina el azor, y a la milenaria calzada romana del Puerto del Pico, una de las vías romanas mejor conservadas del mundo, con un trazado transitable de casi 5 km.

Nuestra construcción se ejecutó con criterios bioclimáticos y bajo el molde de la arquitectura tradicional del Barranco de las Cinco Villas. Las habitaciones se articulan en torno a un colorista patio interior diseñado para conferir a nuestras estancias independencia e intimidad, estando al mismo tiempo enlazadas con nuestros salones, comedor, porches, sala de billar, de home cinema, etc., y contando con todos los elementos de confort moderno: calefacción con termostatos independientes, jardines privados, solariums, bañeras de hidromasaje, colchones de látex...

Generamos la mayor parte de la energía que consumimos a partir del sol, del viento y de la biomasa, de acuerdo a nuestra vocación de difusión de las energías renovables y a nuestra línea ética de amor y respeto por la naturaleza.

Además de una piscina de 80 m2 alimentada con agua de nuestros manantiales, en nuestra propia finca ofrecemos numerosos rincones para la lectura, el sosiego y la diversión. A algo más de 1 Km se encuentra Cuevas del Valle, uno de los pueblos mejor conservados del valle, con sus balconadas de madera de castaño y sus cuevas y bodegas.